En 1992 el jóven artista madrileño Mateo Maté recibió el encargo de realizar su primera exposición individual en una sala institucional. En la Sala de Recursos Culturales de la Comunidad de Madrid el artista planteó una serie de obras que cuestionaban el tema del conservadu-rismo o comodidad en la forma de mirar. En ese marco montó la obra “Otras dimensiones”. Toda el sistema de representación del espacio en las imágenes occidentales desde el Renacimiento se basa en un siste-ma vectorial Euclídeo. Las plomadas de la instalación cuestionaban y llevaban a su límite este sistema gráfico tensionando el eje vertical generado por la gravedad de la Tierra.

      Durante varias décadas varios imanes permanecieron enterrados emanando su energía invisible. En 2018 uno de los imanes salió dispa-rado rompiendo la baldosa de mármol del suelo para empotrarse en los bajos de un coche que estaba en exposición.

      “Del todo Imposible” 2020, se titula la exposición planteada por el comisario Christian Fernández Mirón que habla de la memoria de la propia sala y de las historias que alberga después de casi 30 años de existencia. La obra de Mateo Maté vuelve a estar situada en el mismo lugar 28 años después; cuando se vuelva a desmontar seguirá que-dando el rastro invisible del poder magnético de los imanes repuestos en su lugar original.