Acto heróico Bandera en el balcón Mateo Maté 2004

Acto heróico Bandera en el balcón Mateo Maté 2004

Acto heróico Bandera en el balcón Mateo Maté 2004
Acto heroico (Bandera en el balcón)

2004
Instalación

ACTO HERÓICO

     Nos acercamos a la casa de Mateo Maté, que es también su estudio. Ambos comparten un mismo espacio en un amplio piso de el céntrico barrio de los Jerónimos en Madrid. Un territorio personal e intransferible como persona y como artista. En el barrio donde vive el artista nos encontramos numerosos edificios oficiales: Ayuntamiento, Seguridad Social, Cuartel General de la Marina e incluso La Cope que lucen la insignia nacional en sus fachadas.

     Pero un mantel está colgado de un mástil colocado en el balcón del domicilio del artista, cual símbolo de un estado. Sólo nos falta esperar a que los nobles vecinos de la calle nos digan que un mantel no se tiende así o que no puede hacer de bandera ni una bandera de mantel. ¡Que un domicilio no puede ser independiente!

     Las trazas cómicas que empieza a coger esta secuencia tampoco difieren demasiado de las disputas banderilleras que en torno a enseñas, mapas y otros abalorios nacionalistas vivimos cada día en muchos puntos del planeta. Esta visto que el hogar de Mateo Maté podría llegar a convertirse en un campo de batalla si todas las susceptibilidades dañadas se pusieran en pie de guerra.

     La guerra de guerrillas dura casi seis meses, las presiones son muchas. Las escaramuzas adquieren rango de batalla cuando el pequeño estado es casi aniquilado con la intervención del propietario usando el arma de destrucción masiva del desahucio. No se puede instaurar una República estando en régimen de alquiler.

     Pero algún abnegado funcionario descubre la solución al conflicto repasando las leyes que rigen el municipio. ¿Pero como pensabamos que ese trapo era una bandera? Es sencillamente un mantel, pongamos al infractor una multa por tender la ropa en la vía pública. Ya puede ir tejiendo el artista más manteles-bandera para sacudir sus migas en la ventana.

Laura Revuelta