Ternero, hacia una identidad nacional
2009
“Lo que pretendí hacer este año […] es […] mostrarles que a partir del análisis relativamente local y microscópico de esas formas de poder, era muy posible alcanzar los problemas generales que son los del Estado. La historia del Estado debe poder hacerse sobre la base de la práctica misma de los hombres, lo que hacen y la manera como piensan. El Estado como manera de hacer, el Estado como manera de pensar; no es la única posibilidad de análisis cuando se quiere hacer su historia, sino una de las posibilidades; entre el nivel del micropoder y el nivel del macropoder, no hay nada parecido a un corte, cuando se habla del uno no se excluye hablar del otro. En realidad, un análisis en términos de micropoderes coincide sin dificultad alguna con el análisis de problemas como los del gobierno y el Estado.”
Michel Foucault
Clase del 5 de abril de 1978
Collège de France, París.
Ternero, hacia una identidad nacional (vídeo)
2009 – 2022
22’29»
Con este proyecto pretendo estructurar y a la vez comunicar la especial idiosincrasia de este enclave geográfico y la peculiar organización de sus habitantes. La gestión de Ternero como entidad autónoma parecida a la de un país o una Comunidad Histórica no tendría nada de especial si no fuera porque en este territorio sólo está afincada una familia.
Con la actual estructura del Estado en entidades de gobierno que se superponen en estratos horizontales (individuos, ayuntamientos, comunidades autónomas, Estado español, Comunidad Europea) la gestión de Ternero provoca una especie de agujero vertical, produce un desajuste en todos los niveles de la administración del territorio. Es el punto geográfico en el que la «gestión doméstica» se acerca más a la de todas las entidades administrativas del país. Existe una situación que, por el vacío generado, evidencia el funcionamiento de la actual gestión del Estado.</p>
Límite territorial entre Castilla y León y La Rioja
En una de las zonas más emblemáticas de «Rioja Alta», al abrigo de los montes Obarenses y entre las localidades de Sajazarra, Anguciana, Galbárruli y Villalba, se asienta Hacienda Ternero. Otras denominaciones no menos extendidas de la finca son Granja el Ternero o simplemente Coto Redondo del Ternero. Como su vecina Sajuela, es un enclave burgalés en La Rioja, estando el origen de esta anacronía en la Alta Edad Media, perdurando hasta nuestros días al ser ratificada en la última demarcación provincial realizada en 1833.
Historia
La historia de la Granja de Ternero está directamente vinculada a la del monasterio cisterciense de Santa María la Real de Herrera, del que fue propiedad hasta las desamortizaciones del siglo XIX. El rey Alfonso VIII donó a esta comunidad sus propiedades de Herrera y otras, para que se instalaran en ellas. De esta manera, en 1778 se trasladaron desde su ubicación en Sajazarra y construyeron un monasterio.
La primera noticia sobre Ternero nos la da una bula apostólica de amparo del Papa Inocencio IV, redactada en Lyon el 15 de mayo de 1245, por la que se confirmaban las propiedades del Monasterio de Herrera y, entre ellas, la de la “granja de Ternero”. Unos años después, en 1278, se vuelven a confirmar las posesiones del monasterio por el Papa Nicolás III.
Son pocas las noticias que tenemos sobre Ternero de épocas posteriores (en la actualidad exsite una colaboración entre la propiedad y el Ayuntamiento de Miranda de Ebro para investigar sus orígenes) aunque su nombre aparece en numerosas ocasiones. Al frente de la propiedad siempre hubo un granjero, quien se encargaba del mantenimiento de la granja y de los bosques comprendidos en sus lindes así como de la regulación de la caza que en sus límites existía. En 1752, la granja estaba arrendada a Francisco Nanclares, por lo que pagaba al monasterio “ciento y quatro fanegas de trigo y todos los diezmos”. Unos años más tarde aparece como responsable Joseph de Villaescusa con una renta de “noventa y seys fanegas de zevada y dichos diezmos” (valorados éstos en 400 reales).
En otro orden de cosas y ya en 1849 en el Diccionario Geográfico Estadístico de España y sus posesiones de Ultramar, publicado por Madoz, en la entrada correspondiente a Ternero cita la existencia de cinco casas y una iglesia parroquial. A principios del siglo XX este núcleo rural gozó de relativa importancia, comparándose incluso con sus vecinas, ya que dispuso de alcalde pedáneo (entre 1902 y 1924, D. José Guinea), puesto de la Guardia Civil, escuela y parroquia.
La larga historia de Ternero y sobre todo el pasado religioso de la hacienda, han influido para que queden algunas construcciones de cierto interés. Una pequeña ermita, cuya última restauración data de la Desamortización de Mendizábal, hace todavía las funciones de parroquia. Pero la edificación más sobresaliente es el antiguo hospedaje de peregrinos. En plena ruta riojana del Camino de Santiago, Ternero ha acogido durante siglos a peregrinos que aportaban su trabajo a cambio de alojamiento y alimento.
La Virgen de la Pera es una de las joyas de la parroquia. Todos los años se hace una pequeña romería en la que la familia y los amigos más cercanos pasean a la Virgen en la fecha de la fiesta patronal.
Heráldica
En el escudo, un ternero marrón sobre un campo de color rojo vivo simboliza la riqueza agropecuaria de la hacienda. Abajo, una concha de peregrino, en plata, nos informa de su compromiso con la acogida y hospedaje a los caminantes en su ruta hacia Santiago de Compostela. Todo ribeteado de oro. Este metal, en heráldica, representa la magnanimidad, la riqueza, el poder, la luz, la constancia y la sabiduría.
En la bandera, dos franjas horizontales, una amarilla y otra blanca evidencian su origen y pertenencia a la Iglesia. La gran franja verde representa los campos, huertas, montañas y bosques. En heráldica el verde simboliza la honra, la cortesía, la abundancia, la amistad, el campo y la posesión, el servicio y el respeto. Los que portaban este color en su heráldica estaban obligados a socorrer a los paisanos y labradores, aunque particularmente a los huérfanos y pobres que están oprimidos. El escudo de Ternero en el centro.
Población
En sus orígenes, Ternero acogió una población importante que se dedicaba a las labores agrícolas. Estaba dirigido y gestionado por un monje, dependiendo del Monasterio de Herrera (provincia de Burgos). Acogió siempre numerosos peregrinos y a principios del siglo XX vivió una época de relativa prosperidad.
Actualmente, la población fija es de dos familias, y Juan Manuel Pérez Cisterna es la única persona censada en el lugar, de un total de seis habitantes. El resto están empadronados en Haro para facilitar las gestiones en el ámbito educativo y sanitario. Si estuvieran empadronados en Ternero, tendrían que asistir a centros sanitarios y educativos en la lejana Miranda de Ebro.
Ana Blanco, emprendedora infatigable, es la directora de la bodega «Viñedos del Ternero». Ha conseguido llevar a cabo todas las gestiones o «tratados» oficiales para que tanto los habitantes de la hacienda como la actividad económica prosperen en este pequeño territorio. En ella confluyen las gestiones para que la familia, la bodega y el territorio dispongan de los servicios básicos. En ella se confunden y mezclan las labores de gestión de la familia y de directora de la bodega, pero a su vez ejerce las de funciones de «presidenta» o «alcaldesa». Gestiona los presupuestos, las obras públicas, la conservación del patrimonio y se encarga de los convenios con las distintas instituciones del Estado. Quizá el logro más importante de la actual directora es haber conseguido que los vinos de la bodega sean los únicos con denominación de origen Rioja siendo oficialmente viñedos de Castilla y León.
Administración, economía y recursos
El mantenimiento de los caminos que atraviesan la hacienda es totalmente particular. Ternero paga todas las obras necesarias para que se mantengan en perfecto uso. No reciben dinero de ninguna institución del Estado Español, aun cuando muchos son de uso público y utilizados por los vecinos de las localidades colindantes para acceder a las tierras de labor que están alrededor de la hacienda.
Recientemente se ha conseguido un acuerdo para traer el agua potable desde la vecina Sajazarra y también hay un acuerdo para que la seguridad corra a cargo de la Guardia Civil de Casalarreina, a pesar de no pertenecer a su jurisdicción.
Ternero carece de servicio postal al no ser atendidos por la oficina que les corresponde en Miranda de Ebro y reciben la correspondencia en un apartado postal de la vecina Haro.
Ternero fue donada al Monasterio de Herrera como granja para abastecerlo de verduras, cereal, vino, huevos y carne. En la actualidad es una explotación agrícola dedicada a la viña y al cereal. Dispone de, aproximadamente, 60 Ha de viñedo (todas ellas incluidas en D.O. Rioja) y 50 Ha de secano. También existe un pequeño proyecto de olivar.
Entre sus viñas nos podemos encontrar al gran tempranillo, a la venerada garnacha y al sugerente cabernet así como al incomprendido mazuelo y a la elegante viura. La producción de vino es la auténtica riqueza de la hacienda.